viernes, 29 de junio de 2012

29 de junio, y mucho calor

Cuando uno falta unos días, y vuelve a ver sus plantas en el huerto, parecen recobrar nueva vida. Es que he echado en falta mis paseos por entre los bancales. Este es el aspecto general del huerto. Gracias a mi hija que se comprometió a regar cada dos o tres días las plantas, no se han resentido.
 La altura de las plantas de cebolla en flor alcanzan ya el metro de altura. Todavía hay que esperar algún tiempo para que las semillas estén maduras.
 Las coles también han crecido y parece que gozan de muy buena salud.
 Las acelgas de este bancal se están comportando de forma satisfactoria.
 Cuando aparecen los primeros frutos se le llena a uno la dicha de verles crecer.
 Este año he tenido la precaución de preparar una malla para qua la planta de pepino pueda trepar y sus frutos no se arrastren por el suelo. Ayer comimos el primer pepino de la temporada.
 Esta planta de calabacín se ve muy frondosa. A este calabacín le han precedido otros dos anteriormente.
Su hermana gemela no se queda atrás.
Esta son las flores tan bellas que fueron de la cebolla de verdeo. Sus semillas ya están listas. Hay que cortarlas para que no se siembren solas y desaparezcan.
Semillas listas para limpiar y guardar, hasta que les llegue la hora de ser sembradas. Esta operación de preocuparse por obtener las propias semillas para continuar con los cultivos en un entorno libre de elementos extraños a la naturaleza, es un eslabón fundamental para conseguir que no desaparezcan de nuestros campos.
Ültima y definitiva cosecha de guisantes. Aquellas tres filas de semillas que fueron puestas en el bancal han dado varios kilos de una excelente calidad. Ahora habrá que retirar las matas ya casi secas para dejar listo el bancal para recibir nuevas plantas. Éstas, irán al compost.
¡El bancal de las tomateras! Están viniendo con gran fuerza y lozanía. Ya despuntan los primeros tomates.
Vista del bancal desde el otro lado. Apréciese las plantas de cebolla puestas a los costados del bancal.
 Mi pequeño plantío de maíz. Me gusta el porte de estas plantas. Dan una sensación de  frondosidad, como animando al resto de las plantasa seguir su ejemplo.
 Vista de la tabla de patatas. Desde este lado se aprecian varias plantas de melón y de sandía, juntamente con los puerros.
En esta panorámica he señalado las diversas plantas que he colocado en una mezcla creo que beneficiosa.
Un pequeño manzano que casi no puede con todos sus frutos.
 Aquí os presento los tres primeros zapallitos de esas dos plantas que habéis visto un poco más arriba. ¡A que son preciosos!
Este es el aspecto de la higuera. Ya despuntas los higos, pero habrá que esperar mucho aún. 
Los fresales acompañados de cebollas, se hacen buena compañía.
Aquí os presento el conjunto de pequeñas zanahorias que he conseguido raleando la plantación que puse. Dan su trabajo, porque hay que limpiarlas y son tan pequeñas que se escurren entre los dedos.

Gracias a todos los que me siguen. Ánimo en esta labor gratificante de acompañar a la naturaleza en su actividad constante de hacer germinar las semillas, que luego y con mucha paciencia nos darán frutos abundantes. Sigo animando a todos a que elaboren su propio compost. Pienso que es la base de toda buena agricultura, más que nada por el cuidado de la tierra.

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